El pasado día 16/04/2015 asistí, junto con algunos compañeros de clase, a una conferencia del autor Pablo Gutiérrez.
La
charla comenzó con la voz de Pilar, quien guiaría mediante preguntas la conferencia. Ella nos
habla sobre la obra Nada es crucial, una de las obras de este autor que le sorprendió enormemente. Nos
asegura que no fue la única a quien le sorprendió esa manera de
contar la realidad.
Los
libros repentinos es otra de sus obras más recientes.
Los personajes son en cierto modo “mutantes”, son
muy resistentes y han encontrado algo que le dan fuerza.
Pilar pasa el turno de palabra a Pablo, quien comienza a hablarnos
de su vida: es profesor de secundaria y estudió periodismo. Conoce
la prisa con la que se trabaja en las redacciones y el desprecio con
el que se tratan a las novelas. Agradece por ello a Pilar, que desde el primer momento mostró un entusiasmo por
las novelas tan marginales de este autor y le demostró haberlas leído.
El conferenciante cree que se podría hacer una versión cinematográfica en dibujos de Nada es crucial y nos cuenta una anécdota donde la profesora de plástica del instituto donde trabaja hizo un dibujo de los personajes de esta obra, y se lo regaló a él.
Aquí hay mucho de comedia de media sonrisa, que es lo que le gusta a Pablo.
Pilar
le pregunta por la protagonista “Reme” del libro Los
libros repentinos, y él dice
que salen del mismo lugar que el resto: de la realidad y de la
observación.
Nos
cuenta que se está dando cuenta de que se está haciendo mayor como
esta protagonista: “ella tenía 20 años un minuto antes
de cumplir 70” y el lugar en
el que se cuenta pertenece también a su recuerdo. Nos dice
que le tocó vivir en un lugar un poco difícil.
Él revela que hace un chiste cuando en la obra a la
protagonista le quitan 50 años y se mira al espejo obligada a vivir aceptando esto.
La novela arranca en un lugar de la baja Andalucía entorno
a los años 50 donde una gran parte de la población vive en
condiciones infrahumanas y en la más pura indigencia.
Desde el recuerdo, Pablo nos cuenta que se pretendió una regeneración de viviendas donde se facilitaron muchos hogares a bajo coste, por lo que se llenaron rápidamente de gitanos y
mala gente. Un ejemplo es “Torre Blanca”, lugar donde nadie
quiere permanecer porque se habitó de presos y además está
aislada. Era vivir en un gueto. Y a esto se suma el problema de la droga.
Este es el ambiente donde se mueve la novela.
Se ofrece una visión desencantada de ese mundo que le
tocó vivir con el sentido de “luchamos contra algo y en cierto modo
es para formar algo peor”.
Nos
dice que su novela está muy nutrida de citas bibliográficas y cita
una frase de Luces de bohemia, de
Valle Inclán, donde el autor hace una critica a esa falta de trabajo
y de lucha para conseguir las cosas. Para Pablo esta flecha llega al
movimiento 15M.
"Reme
recibe por error una caja que no está destinada a ella, contiene
libros clásicos contemporáneos. Dice que llega con 50 años de
retraso pero en el momento ideal: se encuentra con la curiosidad de
esa “Caja de Pandora”, y abre la caja. El primer libro que coge
es Historia de una escalera, de
B. Vallejo. Posteriormente juega con el mito de la caverna de Platón
y lee las 50 obras. Cambia su perspectiva y sale a la calle cuando
tiene toda la información. Con una mirada distinta, que aprende a través de estos autores, observa ese gueto en el que ha vivido encerrada. Es un esperpento, solo puede
ser entendida (la novela) desde ese punto de vista de: vamos a llegar
al absurdo". (Nos comenta Pablo).
Este
juego del esperpento a Pablo le encanta, y también se aprecia en su
obra Democracia.
Pilar plantea una pregunta a Pablo: "¿por qué no hemos
crecido?" En el sentido de que continuamos cometiendo los mismos
errores que hace un siglo. A lo que el autor responde: "Vivíamos en un engaño hasta que olvidamos que el
engaño era real. Uno descubre que no ha habido una aristocracia al
enterarse que el Ministro de Economía está imputado por blanqueo".
Pablo compara la democracia con los juegos demos: la usamos un
rato y cuando de verdad nos hace falta (en la crisis del 2008) entonces hay que pagar por ello.
Reme decide, a través de la lectura, dejar de ser
vasalla para ser una ciudadana.
Para él es el idioma lo que hace que una novela sea
como una fábrica de emociones que transmite al lector y considera
que en sus novelas esto es lo que predomina. Y no el hecho de que
sean novelas sociales.
Pilar le comenta esa figura de “escritor de carrera”
que vive de la escritura, lo que a Pablo le parece muy difícil. Él
piensa que cuando no tenga nada que contar o que le falte motivación,
entonces dejará de escribir. Pablo piensa que le quedan menos
novelas por escribir que las que ya ha escrito.
Pablo admite la influencia de su experiencia como profesor en sus obras, aunque nos dice que ha hecho uso de esta de manera prudente.
Por último se abre un turno de preguntas para que los
asistentes de la charla conozcan aquellas posibles curiosidades sobre
Pablo Gutiérrez.

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