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martes, 5 de mayo de 2015

Entrada sobre consumo y márketing cultural

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En esta entrada hablaremos sobre cómo la crisis económica y también moral ha influido en las actividades culturales y para ello hemos acudido a un ensayo publicado por Juan José Millás

El artículo: 1 “Un ataque político a las formas de vida” se abre con el debate entre cultura y consumo. Para el autor estos términos no pueden ir unidos porque la cultura no se puede comparar con cualquier otro producto u objeto consumible, para él esta no lo es. Se desarrolla esta idea haciendo una comparación con la finalidad que se pretende al consumir cualquier objeto frente al libro. Este autor defiende que el espíritu de quien se dispone a consumir es muy diferente en cada caso.

Se comenta los pasos de la producción de libros y Juan José Millas asegura que los beneficios que se obtienen a partir de la lectura de una obra son intangibles, a pesar de que la producción de este genera actividad económica.

Estas son algunas de las causas por las que el autor afirma que ir al cine o visitar un museo no son formas de consumo, sino formas de vida.

Nos parece muy interesante los siguientes fragmentos:

Las sociedades en las que se pierde la sensibilidad cultural son más dóciles, más fáciles de manejar, son menos libres porque carecen de un discurso alternativo al dominante. Sin discurso, no hay manera de modificar la realidad. La realidad es producto del discurso. La realidad actual es producto del discurso dominante actual. De ahí su calamitoso estado.

...la realidad está hecha de palabras. Quien las domina tiene más capacidad de destrucción que un experto en explosivos.

...¿Pero debemos darle a la cultura y a la educación el tratamiento de un bien de consumo? No lo creo, porque en ese mismo instante las reducimos a la categoría de lo prescindible.

También nos parece adecuado comentar un poco la charla que un gestor cultural nos dio en clase el pasado día 30/04/2015, donde se nos habló sobre la importancia que tiene dominar los contenidos de la cultura, sobre todo si queremos abrir un negocio.
Como ejemplo se dijo que la industria editorial de nuestro país es bastante potente debido a que nuestro idioma se habla en muchísimos países.

Para terminar, pensamos que la posición de Juan José Millás es extrema, pues él mismo reconoce que llevar a cabo las actividades culturales supone un gasto.
En nuestra opinión, cada uno decide en qué gastar el dinero y aunque los beneficios que ver una película no se puedan comparar a comprarse una camiseta, por ejemplo, el dinero que se requiere sí es el mismo.
Nos parece adecuado tratar el tema de la publicidad, pues en nuestra población el consumo depende en gran medida de esto y a pesar de que la cultura no se considere consumo, creemos que se debería “vender” mejor para atraer a un mayor número de personas.
Nos guste o no, la cultura se está viendo obligada a competir con los demás tipos de consumos, porque para gozar de ella se necesita dinero, luego hay que luchar por hacer que la población gaste más dinero en actividades culturales para así crear a una población más crítica y consciente de la realidad; y no a una preocupada por la marca de los zapatos que lleva.



1“Un ataque político a las formas de vida” de Juan José Millás (26/12/2013) Disponible en Internet en: http://cultura.elpais.com/cultura/2013/12/25/actualidad/1387989932_163299.html Fecha de consulta: 05/05/2015

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