Al llegar nos atendió la mujer rubia que aparece en la foto. Se trata de Laura, la última esposa de Carlos.
Laura estuvo contándonos cómo era su marido cuando vivía (pues este falleció en el 2010).
Nos mostró ser una persona muy amable y cercana, y respondió a todas nuestras preguntas.
Ella destacó que Carlos era una persona muy humana en el sentido más humilde de la palabra.
Él mantenía contacto con sus vecinos, que eran personas incultas dedicadas al campo. Con ellos no hablaba de literatura (tema reservado a aquellas personas cultas e intelectuales).
Nos dice Laura que el deseo de Carlos era donar todos sus libros y su biblioteca personal a su ciudad natal: Cádiz. (A pesar de que vivió en Francia los últimos años de su vida).
El Ayuntamiento de Cádiz, a cambio de la donación, dispuso un lugar donde estas pertenencias de la familia Ory se pudieran mostrar al público. Además paga un pequeño importe a la asociación para el mantenimiento de este espacio.
Más tarde llegó Javier, que es el encargado de la Fundación, y él se centra en los temas de la Fundación en sí: cómo funciona, cómo se mantiene y se sostiene, cómo se trabaja...
Él nos informa de que en verano se organizan actividades relacionadas con el autor, que se celebran en el patio y a los asistentes se les ofrece una copa de vino.
Nos pareció una actividad de lo más sorprendente. No conocíamos la existencia de esta fundación y el acercamiento a los textos y a personas tan importantes del entorno del autor como Laura, es algo que valoramos profundamente.
A pesar de que esta es una fundación muy reciente, pensamos que tendrá mucho éxito entre el público, pues las abundantes pertenencias de Carlos que se poseen hacen de esto una gran apuesta cultural.
Me encantaría que otras personas pudiesen conocer esta fundación y así disfrutar con la donación de C. E. de Ory, por eso os dejo aquí el siguiente enlace a la fundación:
http://www.fundacionory.com/index.html
¡No dejes de visitarlo!
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